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Enfermedades crónicas
Algunas enfermedades crónicas provocan daños en los órganos a largo plazo. Generalmente se produce una disminución de la circulación sanguínea. Con la medición de la misma se puede realizar por tanto una valoración muy precisa sobre el estado actual de la enfermedad. Los siguientes ejemplos evidencian las posibilidades de la medición de la circulación sanguínea en este campo.
Enfermedades renales crónicas
La siguiente imagen muestra un riñón con incapacidad funcional crónica (izquierda). Esta se refleja en un inferior riego sanguíneo que puede reconocerse a través de la coloración claramente inferior de la imagen ecográfica doppler a color. Por el contrario, en la imagen derecha se puede observar un riñón con plena funcionalidad y con una coloración correspondientemente más intensa. Gracias a los valores comparativos de individuos sanos se puede valorar la dimensión del daño renal con la medición de la circulación sanguínea – lo cual constituye un importante hito en el tratamiento.
La medición de la circulación sanguínea evidencia la dimensión de la insuficiencia renal en la imagen superior izquierda:
Diagnóstico de la glándula tiroides
En la imagen izquierda se aprecia un nódulo de la glándula tiroides (imagen ecográfica “simple”), en la imagen derecha una glándula tiroides sana. Debajo se puede observar la imagen ecográfica dúplex a color correspondiente. El nódulo muestra una arquitectura alterada de los vasos y un riego sanguíneo extremo. En la imagen derecha se observa un riego sanguíneo normal:
Cáncer de la glándula tiroides
El carcinoma de la glándula tiroides muestra una perfusión sanguínea 20 veces superior a la correspondiente a un tejido tiroideo normal.
Riego sanguíneo del tumor
Con ayuda de la medición de la perfusión de órganos se puede valorar el efecto de la quimioterapia sobre el tumor y el tejido sano circundante. El siguiente gráfico muestra cuál es el efecto de la quimioterapia sobre el riego sanguíneo de un tumor en el hígado. La irrigación sanguínea del tejido del tumor retrocede completamente, la del tejido sano del hígado solo se ve escasamente reducida.
Diabetes mellitus
Los diabéticos padecen la amenaza de sufrir un lento deterioro renal progresivo. Por ello es importante realizar exámenes periódicos de los vasos renales para detectar posibles daños de forma precoz. Con la medición de la circulación sanguínea a través de ecografías dichos daños son observables y medibles. Sin medición de la circulación sanguínea del riñón se puede reconocer el estado de éste sobre todo observando su función de filtrado. Constituye un indicio la secreción de la proteína llamada albúmina, que se puede detectar en la orina. Si el cuerpo secreta mayores cantidades de albúmina, se habla de microalbuminuria. Con la medición de la circulación sanguínea de los riñones se puede optimizar la terapia antes de que el deterioro de los riñones se refleje en una microalbuminuria.
Reuma
Los reumáticos sufren de dolor recurrente en las articulaciones. Para valorar la magnitud de la inflamación en curso y su respuesta al tratamiento resulta útil medir la inflamación mediante una ecografía. De esta forma la terapia puede ser orientada de forma óptima.